He trabajado con inteligencia artificial durante años. No como observador ocasional ni como hacker de fin de semana. He lanzado productos, integrado modelos en flujos de trabajo, revisado logs a las tres de la mañana y pedido disculpas a usuarios cuando algo inesperado ocurre. Aun así, cada vez que veo publicaciones que aseguran que agentes IA van a gestionar tu empresa de forma totalmente autónoma aparece una voz interior que me hace dudar sobre si soy yo quien no lo entiende.

La narrativa suele ser simple: conectas un modelo a una capa de herramientas, lo envuelves en unos prompts y lo dejas llamar APIs mientras supervisas por encima. Suena convincente y seductor, pero desde la experiencia técnica existen muchas fisuras entre escribir instrucciones en lenguaje natural y proporcionar verdadero control sobre decisiones críticas.

Prompts no equivalen a gobernanza. Cuando redactas una instrucción en lenguaje natural parece que defines una política. Sin embargo, lo que realmente haces es condicionar un modelo estadístico con texto. No hay garantías estrictas de cumplimiento, no existe un mecanismo interno que detecte violaciones como si fuera una regla formal, no hay caminos de ejecución deterministas y el modelo no tiene conciencia del impacto real de una acción equivocada. Esa sensación de control viene de quien escribe el prompt, no del sistema.

En sistemas de software serios control significa permisos, límites, segmentación de redes, límites de tasa, validación, auditoría, reversibilidad y pruebas de invariantes. También incluye monitoring, rutas de fallo, kill switches y gestión de cambios. Todo eso suele faltar si la defensa principal es un párrafo en un prompt. La discrepancia entre ambos mundos explica por qué mi escepticismo suena tan viejo paradigma: no quiero sustituir controles formales por frases amables.

Hay tres conceptos que conviene separar para razonar con claridad: automatización, autonomía y autoridad. Automatización es lo que llevamos haciendo décadas con cron jobs y pipelines. Autonomía implica capacidad de decidir entre acciones y generar planes. Autoridad significa poder afectar recursos importantes como dinero, sistemas de producción o comunicación directa con clientes. El riesgo real aparece cuando juntamos autonomía y autoridad sin una capa robusta de control por fuera del modelo.

Las razones por las que la confianza en prompts como control es frágil incluyen la naturaleza no determinista de los modelos, la dilución de contexto en cadenas largas de mensajes, cambios en el entorno o comportamiento del usuario que generan distribución shift, y la ausencia de un estado formal y reglas verificables dentro del agente. Un prompt puede solicitar que se pida aprobación humana, pero nada impide que el modelo genere una respuesta que se interprete como aprobación si la integración no valida ni audita la operación.

Una arquitectura más honesta trata a los modelos como motores de sugerencias. En el núcleo, un LLM propone opciones, redacta borradores y plantea planes. Todo lo que produce debería ser comprobado, limitado o transformado por lógica fuera del modelo. Por ejemplo, reglas de negocio como un máximo de reembolso automático no deben residir solo en lenguaje natural dentro del prompt sino en código y en orquestadores que apliquen límites concretos antes de ejecutar acciones.

Asimismo, las herramientas que el agente puede usar deben ser estrechas y validadas. No se trata de dar acceso a una base de datos cruda o a una shell con permisos elevados. Cada herramienta debe tener validación de entrada, saneamiento, límites de uso, logs claros y defaults seguros. Así el agente puede solicitar acciones pero no saltarse las barreras que protegen a los sistemas y a los usuarios.

También conviene introducir grados de autonomía con checkpoints humanos. Un esquema práctico podría incluir niveles que van desde sugerencias puras hasta acciones de bajo impacto automatizadas, pasando por operaciones de riesgo medio detrás de límites más estrictos, y decisiones de alto riesgo que siempre requieren revisión humana. Esto se puede declarar en configuración y hacer cumplir desde la capa de orquestación, no solo con instrucciones en lenguaje.

Observabilidad y trazabilidad son imprescindibles si cualquier sistema actúa sobre tu negocio. Hay que saber qué decidió, por qué, qué herramientas invocó, qué entradas procesó y con qué frecuencia falló. Logs estructurados, trazas por petición, métricas y la posibilidad de reproducir escenarios son requisitos para no estar a ciegas.

Personalmente me muevo en un punto medio. Reconozco el potencial de la IA para razonar, planear y acelerar procesos, pero rechazo la idea de convertirla en decisora confiable sin controles robustos. En Q2BSTUDIO trabajamos con esa filosofía: integrando capacidad de IA en arquitecturas que priorizan control, auditoría y seguridad. Como empresa de desarrollo de software y aplicaciones a medida ofrecemos soluciones que combinan inteligencia artificial con prácticas de ingeniería clásica para minimizar riesgos y maximizar valor.

Si tu objetivo es incorporar agentes IA en procesos reales, considera diseñar orquestadores que separen el flujo de trabajo de las capacidades del modelo, encapsular servicios en nodos con límites, y aplicar observabilidad que permita reproducir y auditar decisiones. En Q2BSTUDIO construimos aplicaciones a medida y plataformas que integran estas buenas prácticas junto a componentes de ia para empresas y servicios avanzados.

Además de inteligencia artificial, nuestra propuesta incluye ciberseguridad y pentesting para proteger los perímetros donde actúan los agentes, servicios cloud aws y azure para desplegar infraestructuras escalables y servicios inteligencia de negocio y power bi para monitorizar impacto y resultados. Todo esto forma un conjunto coherente para que no delegues autoridad sin las debidas salvaguardas.

No pretendo decir que no exista un camino hacia agentes cada vez más fiables. Posiblemente la investigación y mejores frameworks reduzcan muchas de las fragilidades actuales. Aun así creo que cualquier avance debe venir acompañado de controles externos, límites explícitos y mecanismos que traduzcan sugerencias de modelos en decisiones verificables y reversibles.

Si compartes estas preocupaciones o buscas apoyo para diseñar sistemas donde la IA potencie tu negocio sin ceder el control, en Q2BSTUDIO podemos ayudar. Contacta para explorar cómo combinar software a medida, automatización de procesos, inteligencia artificial, ciberseguridad y servicios cloud aws y azure en soluciones seguras y auditable.