Mi padre fue ingeniero de software durante 50 años y me dijo una vez que cada diez años la industria del software cambia de forma fundamental. Algunas personas se adaptan y comienzan a ganar más, y otras mantienen su puesto sin cambiar demasiado. En su carrera vio esos ciclos muchas veces y yo también los he vivido.

Cuando entré en la industria mi empresa fue de las últimas en migrar de un centro de datos a la nube. Mi rol dejó de ser lanzar trabajo a operaciones y pasó a incluir operaciones directamente. Seguíamos teniendo equipo de ops, pero en menor número que diez años antes. Ese movimiento hacia devops, que a mi juicio es el colapso de las fronteras entre dev y ops, se refleja también en la fusión más sutil entre dev y qa.

En mis dos últimos puestos no hay personas de QA manual. Soy responsable de la calidad del código que entrego y de los bugs que llegan a producción. Hasta hace poco despreciaba la IA, pero una ingeniera a la que respeto llamada Bri me comentó que la había adoptado y que la hacía más eficaz. Decidí darle una semana a Claude y que cada línea de código que saliera viniera de un prompt. Los resultados iniciales me decepcionaron. Me recordó al cuento de John Henry, el clavo humano que compitió contra la máquina: tras un día entero ganó, pero quedó exhausto mientras la máquina siguió trabajando.

Yo escribo código más claro y mantenible que muchas IA: mejores abstracciones, nombres y tests legibles. Sin embargo Claude mantiene el foco y vuelve con energía a resolver problemas, y juntos formamos un buen equipo porque yo he pasado de autor a revisor. Ahora mismo estoy tirando de dos iniciativas prioritarias y una semana atrás mi agenda estaba tan llena que no avanzaba en ninguna. Empecé a pedirle a un agente que hiciera tareas concretas de cinco minutos entre reuniones y así pude cumplir plazos que pensaba retrasar.

Sigo escribiendo mucho código porque hay problemas que hoy la IA no resuelve bien. Pero mi rol cambió en los últimos meses y soy más eficaz por aceptar ese cambio. No, la IA no te va a reemplazar. Lenguajes de alto nivel, la orientación a objetos, la nube o CI CD tampoco eliminaron empleos en su momento. Lo que sí ocurre es que algunos roles evolucionan y aparecen nuevas oportunidades.

Cómo adaptarse. Integra un buen agente en tu IDE; Claude es una opción sólida. Date una semana donde cada salida de código venga de un prompt y aprende qué funciona y qué no. Cómo no adaptarse. Puedes especializarte en un ecosistema concreto como una nube, un lenguaje o un dominio reglado. La IA tiene un conocimiento aproximado de todo pero falla en problemas esotéricos. Trabaja en compañías que no pueden exponer sus datos por motivos regulatorios como organismos gubernamentales o aseguradoras de salud; esos equipos seguirán necesitando desarrolladores que no dependan de agentes externos.

En Q2BSTUDIO entendemos esa transformación y acompañamos a las empresas en su adaptación con soluciones de software a medida y aplicaciones a medida que integran IA para empresas, agentes IA y buenas prácticas de ciberseguridad. Ofrecemos desarrollo de plataformas personalizadas y asesoría para implantar software a medida y aplicaciones a medida que conectan con servicios cloud y automatizaciones. Además podemos ayudar a incorporar capacidades de inteligencia artificial orientadas a casos reales de negocio.

También prestamos servicios de ciberseguridad y pentesting, implementamos arquitecturas seguras en servicios cloud aws y azure, y desarrollamos soluciones de servicios inteligencia de negocio y power bi para extraer valor de los datos. Si decides adaptarte, hazlo con formación, buenas herramientas y socios que dominen inteligencia artificial, agentes IA, ciberseguridad y servicios cloud.

No te preocupes en exceso por tu empleo. Decide si quieres adaptarte, posiciona tus habilidades hacia donde se demanda y recuerda que la tecnología suele crear nuevos roles mientras transforma los existentes.