Los grandes modelos de lenguaje LLM son la base de la inteligencia artificial actual. Un LLM como GPT-4 procesa tokens, que son unidades de texto por subpalabra, a través de redes neuronales profundas. Cada token se transforma en un embedding, un vector numérico de alta dimensión que captura significado semántico. Por ejemplo la frase Hola mundo puede tokenizarse en Hola y mundo y cada token se representa como un vector con cientos o miles de dimensiones que permiten al modelo entender relaciones entre términos.

El concepto de ventana de contexto define cuántos tokens puede atender el modelo en una sola interacción. Modelos con ventanas grandes, por ejemplo hasta 8K o 32K tokens en versiones extendidas, pueden incorporar conversaciones largas o documentos extensos sin perder el hilo. Cuando la conversación supera ese límite, los tokens antiguos se descartan o se resumen, lo que puede provocar pérdida de información, y por eso las ventanas de contexto ampliadas son una mejora importante.

Los embeddings y las representaciones vectoriales posibilitan además comparaciones de similitud. Dos oraciones con significado parecido tendrán vectores cercanos según métricas como la similitud coseno. Esta propiedad es la base para almacenar conocimiento en bases de datos vectoriales y recuperar fragmentos relevantes aunque el texto no coincida palabra por palabra.

Con la madurez de los LLM surgió la necesidad de que estos modelos no solo respondan, sino que actúen mediante agentes. Frameworks como LangChain transforman LLMs en actores que razonan, toman decisiones y emplean herramientas externas. Un agente opera en bucle: analiza la entrada, puede invocar un buscador web o una calculadora, y decide el siguiente paso. Gracias a los agentes IA es posible combinar razonamiento del modelo con búsquedas en tiempo real y cálculos precisos, superando limitaciones como datos desactualizados o razonamiento complejo.

La ingeniería de prompts sigue siendo clave para obtener buenos resultados. Formular el contexto del modelo con claridad, asignar un rol, proporcionar ejemplos few shot y pedir razonamiento paso a paso mejora la calidad de las respuestas. Consejos prácticos incluyen ser explícito sobre la tarea y el formato de salida, dar ejemplos de entrada y salida para guiar al modelo, estructurar la respuesta en puntos o pasos numerados y delimitar el alcance indicando qué incluir y qué omitir.

Las bases de datos vectoriales resuelven el problema de límites de contexto y la falta de memoria al almacenar textos como vectores. Cada fragmento de documento se inserta en un índice vectorial en soluciones como Pinecone Chroma o FAISS. Al lanzar una consulta se calcula su embedding y se recuperan los fragmentos más similares por similitud coseno o producto punto. Para textos largos es habitual partirlos en chunks con solapamiento para no cortar frases relevantes. Estas recuperaciones pueden integrarse en un flujo RAG Retrieval Augmented Generation para que el LLM genere respuestas fundamentadas en documentos reales y así reducir alucinaciones.

Cuando los proyectos crecen, las cadenas lineales se vuelven difíciles de gestionar. LangGraph propone flujos de trabajo basados en grafos donde cada nodo realiza una tarea y las aristas definen el flujo de datos. Esto facilita control de flujo ramificado, gestión de estado, puntos de control y nodos con intervención humana, lo que resulta útil en pipelines complejos y en sistemas multiagente.

El Model Context Protocol MCP es un estándar emergente para integrar herramientas externas de forma consistente. MCP define un esquema JSON para que herramientas corran en procesos o servidores separados y los LLMs las invoquen con un contrato común. De este modo un agente puede llamar a herramientas como suma o predicción meteorológica sin conocer su implementación interna, lo que mejora la interoperabilidad y la seguridad de sistemas con múltiples servicios especializados.

En conjunto estas piezas forman una pila de desarrollo de IA robusta. Los agentes con LangChain habilitan orquestación y uso de herramientas. La ingeniería de prompts guía al modelo hacia respuestas precisas. Las bases vectoriales y RAG compensan límites de conocimiento y ventana de contexto. LangGraph añade ejecución dinámica y estado. MCP unifica la integración de herramientas. Esta arquitectura permite construir aplicaciones escalables dinámicas y con contexto real.

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